No he aprendido nada

Publicado por Youenna



En muchas entradas reflexiono sobre lo muchisimo que he madurado y lo mucho que he aprendido y cómo no volveré a cometer los mismos errores... PAMPLINAS soy la niñata de siempre que actúa sin pensar, dejándome llevar por el corazón, por los impulsos, por todo lo que me hace feliz ahora y que muy posiblemente me haga llorar mañana, pero soy así, y así soy terriblemente feliz, porque quizás en todos estos años no haya aprendido a no caerme, pero se levantarme de puta madre.
Con mi forma de ver las cosas y de afrontarlas, tirándome siempre al vacío y sin titubeos es muy fácil ostiarme, y muy difícil encontrarme una red donde rebotar, pero quizás es que me gusta esta vida sin redes, llena de riesgos, porque cuando las cosas salen bien seguramente las disfruto con muchísima más intensidad que las personas que siempre van protegiéndose de todo.
He estado enamorada, he roto algún corazon y a mí me lo han roto, he estado sola y le he tenido pánico a la soledad, he amado a la música como a nadie y he deseado el silencio por unos instantes. He superado miedos, como a la oscuridad, ahora me encanta estar a oscuras, en mi cama, soñando despierta.
Ahora me gusta pasear sola con el único acompañante que no me dejaré en casa, mi ipod (que pijus suenaaa) y con mi gordita que tanto me entiende, ella me enseñó a mirar detrás de esos ojos negros que tiene y poder saberlo todo sin que pueda decirme nada.
Me da vértigo darme cuenta de todos estos cambios, porque significa que ya soy mayor, que ya no necesito una luz encendida para dormirme aunque francamente echo de menos esa luz encendida cada noche que no me deja dormir, que me hace enfadarme mucho, pero que nunca me falla.. esa lucecita que es mi hermanita la viajera, cuando vuelvas te quito el pasaporte que lo sepas!!! (y volveré a mosquearme porque leas hasta tan tarde)
Tengo una fachada de mujer dura, pero en el fondo soy humana y también me derrumbo, con mis 20 años aun me cuesta esconder ese pucherito que me sale en los labios cuando las cosas no funcionan como me gustase. Aún doy puñetazos a los cojines cuando no soy capaz de controlar mi rabia y grito canciones que me hacen descargar toda la mierda que una acumula poco a poco, a base de buenas caras, pero ya todo eso me da igual, porque es tan difícil derrumbarme.
No tendré un corazón de piedra, ni seré de hierro, ni llevaré casco, pero si me caigo, si me duele algo, se levantarme yo solita, se ir a una fuente a lavarme las heridas y seguir viviendo mi vida, porque sin caídas la vida no tiene emoción, solo hay que saber caerse y cuándo es el momento de descansar para volver a caerte mañana, o cuando esté preparada para aguantar una caída más..
Como dije entradas atrás, me siento más grande que nunca, como si nada ni nadie pudiese derribarme, como si todo estuviese al alcance de mi mano y arriesgando con todo para no perderme nada.

Youenna, la vampiresa...

Publicado por Youenna

Youenna era una chica de 17 años que adoraba hacer deporte, sobretodo deporte individual y de lucha. Con 10 años ya dominaba el Kárate y el Taekwondo, con 13 era toda una experta en esgrima y con 17 comenzaba a practicar el King Boxing. No conoció a su padre, que abandonó a su madre cuando se enteró de su embarazo y desde entonces ellas dos se las apañaron solas para sacar su vida a delante.

Una noche salía del gimnasio como cada día, escuchando lo último de Manowar en su Mp3, observó en un callejón a un pequeño cachorro aparentemente herido, pero no era más que una trampa. Un tipo que aparentaba unos 30 años apareció por su espalda dispuesto a hacer suya a Youenna, pero no contaba con la destreza, los reflejos y la fuerza de ella, a penas se habia acercado se sorprendió golpeado, reducido e inmovilizado por una chica aparentemente débil.

En ese instante apareció él, tenebroso, oscuro, observando desde las sombras. Sorprendidos Youenna y el hombre cesaron el forcejeo, él salió corriendo muerto de miedo, ella se quedó paralizada, fascinada por la oscuridad que irradiaba aquel ser, por aquellos ojos grises que iluminaban el rostro del chico cual luna ilumina la noche. Sin darse cuenta se vio envuelta en la seducción de él, lo tenía cerca, muy cerca, tanto que le costaba respirar y no tenía miedo, cualquier cosa pero miedo no. Él se acercó más a ella, tanto que sentía su aliento en su cuello, tanto que no supo diferenciar un beso de un mordisco, tanto que se desmayó sin siguiera saber su nombre...

Cuando Youenna se despertó habian pasado horas, estaba aterrada, llena de sangre, en su habitación. Su madre no estaba, debía estar de guardia (su madre es médico), recorrió la casa y cerró todas las persianas, un instinto le decia que debia ocultarse en la oscuridad y empezaba a amanecer...Seguía entrando luz así que terminó por sentarse en el armario y de este modo, abrazada a sus piernas terminó por quedarse dormida. No entendía nada de lo que había pasado, por qué se sentía tan diferente, por qué no podía quitarse de su mente aquella mirada, aquellos ojos...

Durmió mal, sentía agujetas en todo su cuerpo lo que en ella no era frecuente y no dejaba de recordar aquellos ojos grises. Cuando despertó decidió dar un paseo por un parque cercano, estaba soilitario, normal en la noche de Sevilla, además el terror se había apoderado de las calles desde un tiempo atrás. Pero ella no tenía miedo, no, solo curiosidad y encontró lo que buscaba. De nuevo desde las sombras apareció aquel ser, negro, vestido de cuero, otra vez se encontró cautivada por su mirada. Esta vez habló él, le dijo que la había elegido por su valentía y su destreza, por ser independiente y por tener una personalidad fuerte. Todo lo que le mostró en el enfrentamiento con el presunto violador. También le explicó qué había ocurrido, ella ahora era un vampiro, un neonato, un Brujah y que juntos llegarían muy lejos para conseguir la paz. No tenía elección, así que muerta de miedo aceptó ser su alumna y aprender todo lo posible sobre la sociedad vampira en el tiempo mas breve posible. Su nombre era Cathbad.

Pero eso nunca fue posible, a penas daban por zanjada la conversación un Sabbat se dejó ver ante ellos. Youenna sabía qué significaba aquello, la lucha no hacía sino comenzar. Cathbad no quería arriesgar la vida de la muchacha, esta vez no luchó sino que intentó huir con ella, al salir del camino vierno como otro Sabbat les cerraba el paso, tenían a la madre de Youenna presa, estaba confusa. Cathbad debía decidir rápido, luchar o huir. Ordenó a Youenna su escapada, debía huir en busca de otros Brujah que le enseñasen el camino, si sobrevivía se reunería con ella en una semana.

-Corre Youenna, vé a la Cartuja, a Avalon, ellos te protegerán y enseñaran en mi ausencia. No te da tiempo porque va a amanecer así que duerme en mi casa, la más oscura, caída y tenebrosa de la calle Matahacas, cuando despiertes ve a Avalon, cuentales lo ocurrido y sobretodo ten cuidado, no te fies de nadie por el camino. Si en una semana no estoy en Avalon, no me esperes, sigue tu camino sola. Yo salvaré a tu madre.

Sin embargo, ese día no llegó nunca, él nunca volvió y su madre tampoco. Ambos murieron aquella noche, a ambos los habia perdido y se sentía completamente sola, estaba sola. Es ahora cuando iniciará el viaje en busca de venganza y de justicia por su madre y por Cathbad, a quienes no volvería a ver. Tras aprender todo lo posible sobre la cultura y sociedad vampírica.

Youenna posee mucho dinero pues su madre muere y le deja una notable herencia que ella recibe mensualmente en una cuenta bancaria, lo que permite su subsistencia.

Físicamente Youenna es de estatura media (1.60 m), no excesivamente delgada pero estilizada, su figura enmascara la fuerza que sus músculos poseen. Es pelirroja y lleva el pelo liso y corto, a la altura de las orejas. Tiene los ojos color avellana y la tez clara. Viste vaqueros elásticos y camisetas creadas por ella misma, trozos de telas unidos con imperdibles que dejan ver su cuerpo a través de las uniones. Siempre lleva botas de montaña y una pequeña riñonera donde lleva todo tipo de artículos, desde su navaja suiza a un botiquín pequeño y una PDA con GPS que le permite estar en todo. A veces lleva una gabardina de cuero.

Youenna es de carácter reservado, aparenta ser poco sociable y gruñona pero no es mas que un escudo que su corazón a forjado para evitar ser vulnerable ante el mundo. Tiene muchas ansias de venganza y odia a los hombres que siempre le han abandonado. Se siente abandonada y por ello busca su fuerza en la soledad. Es rebelde y pasa de la política, le gusta ser libre e ir en contra del sistema que siempre lo considera hipócrita y falso.

Youenna era una chica de 17 años que adoraba hacer deporte, sobretodo deporte individual y de lucha. Con 10 años ya dominaba el Kárate y el Taekwondo, con 13 era toda una experta en esgrima y con 17 comenzaba a practicar el King Boxing. No conoció a su padre, que abandonó a su madre cuando se enteró de su embarazo y desde entonces ellas dos se las apañaron solas para sacar su vida a delante.

Una noche salía del gimnasio como cada día, escuchando lo último de Manowar en su Mp3, observó en un callejón a un pequeño cachorro aparentemente herido, pero no era más que una trampa. Un tipo que aparentaba unos 30 años apareció por su espalda dispuesto a hacer suya a Youenna, pero no contaba con la destreza, los reflejos y la fuerza de ella, a penas se habia acercado se sorprendió golpeado, reducido e inmovilizado por una chica aparentemente débil.

En ese instante apareció él, tenebroso, oscuro, observando desde las sombras. Sorprendidos Youenna y el hombre cesaron el forcejeo, él salió corriendo muerto de miedo, ella se quedó paralizada, fascinada por la oscuridad que irradiaba aquel ser, por aquellos ojos grises que iluminaban el rostro del chico cual luna ilumina la noche. Sin darse cuenta se vio envuelta en la seducción de él, lo tenía cerca, muy cerca, tanto que le costaba respirar y no tenía miedo, cualquier cosa pero miedo no. Él se acercó más a ella, tanto que sentía su aliento en su cuello, tanto que no supo diferenciar un beso de un mordisco, tanto que se desmayó sin siguiera saber su nombre...

Cuando Youenna se despertó habian pasado horas, estaba aterrada, llena de sangre, en su habitación. Su madre no estaba, debía estar de guardia (su madre es médico), recorrió la casa y cerró todas las persianas, un instinto le decia que debia ocultarse en la oscuridad y empezaba a amanecer...Seguía entrando luz así que terminó por sentarse en el armario y de este modo, abrazada a sus piernas terminó por quedarse dormida. No entendía nada de lo que había pasado, por qué se sentía tan diferente, por qué no podía quitarse de su mente aquella mirada, aquellos ojos...

Durmió mal, sentía agujetas en todo su cuerpo lo que en ella no era frecuente y no dejaba de recordar aquellos ojos grises. Cuando despertó decidió dar un paseo por un parque cercano, estaba soilitario, normal en la noche de Sevilla, además el terror se había apoderado de las calles desde un tiempo atrás. Pero ella no tenía miedo, no, solo curiosidad y encontró lo que buscaba. De nuevo desde las sombras apareció aquel ser, negro, vestido de cuero, otra vez se encontró cautivada por su mirada. Esta vez habló él, le dijo que la había elegido por su valentía y su destreza, por ser independiente y por tener una personalidad fuerte. Todo lo que le mostró en el enfrentamiento con el presunto violador. También le explicó qué había ocurrido, ella ahora era un vampiro, un neonato, un Brujah y que juntos llegarían muy lejos para conseguir la paz. No tenía elección, así que muerta de miedo aceptó ser su alumna y aprender todo lo posible sobre la sociedad vampira en el tiempo mas breve posible. Su nombre era Cathbad.

Pero eso nunca fue posible, a penas daban por zanjada la conversación un Sabbat se dejó ver ante ellos. Youenna sabía qué significaba aquello, la lucha no hacía sino comenzar. Cathbad no quería arriesgar la vida de la muchacha, esta vez no luchó sino que intentó huir con ella, al salir del camino vierno como otro Sabbat les cerraba el paso, tenían a la madre de Youenna presa, estaba confusa. Cathbad debía decidir rápido, luchar o huir. Ordenó a Youenna su escapada, debía huir en busca de otros Brujah que le enseñasen el camino, si sobrevivía se reunería con ella en una semana.

-Corre Youenna, vé a la Cartuja, a Avalon, ellos te protegerán y enseñaran en mi ausencia. No te da tiempo porque va a amanecer así que duerme en mi casa, la más oscura, caída y tenebrosa de la calle Matahacas, cuando despiertes ve a Avalon, cuentales lo ocurrido y sobretodo ten cuidado, no te fies de nadie por el camino. Si en una semana no estoy en Avalon, no me esperes, sigue tu camino sola. Yo salvaré a tu madre.

Sin embargo, ese día no llegó nunca, él nunca volvió y su madre tampoco. Ambos murieron aquella noche, a ambos los habia perdido y se sentía completamente sola, estaba sola. Es ahora cuando iniciará el viaje en busca de venganza y de justicia por su madre y por Cathbad, a quienes no volvería a ver. Tras aprender todo lo posible sobre la cultura y sociedad vampírica.

Youenna posee mucho dinero pues su madre muere y le deja una notable herencia que ella recibe mensualmente en una cuenta bancaria, lo que permite su subsistencia.

Físicamente Youenna es de estatura media (1.60 m), no excesivamente delgada pero estilizada, su figura enmascara la fuerza que sus músculos poseen. Es pelirroja y lleva el pelo liso y corto, a la altura de las orejas. Tiene los ojos color avellana y la tez clara. Viste vaqueros elásticos y camisetas creadas por ella misma, trozos de telas unidos con imperdibles que dejan ver su cuerpo a través de las uniones. Siempre lleva botas de montaña y una pequeña riñonera donde lleva todo tipo de artículos, desde su navaja suiza a un botiquín pequeño y una PDA con GPS que le permite estar en todo. A veces lleva una gabardina de cuero.

Youenna es de carácter reservado, aparenta ser poco sociable y gruñona pero no es mas que un escudo que su corazón a forjado para evitar ser vulnerable ante el mundo. Tiene muchas ansias de venganza y odia a los hombres que siempre le han abandonado. Se siente abandonada y por ello busca su fuerza en la soledad. Es rebelde y pasa de la política, le gusta ser libre e ir en contra del sistema que siempre lo considera hipócrita y falso.

Comerme el mundo

Publicado por Youenna

Hoy tengo ganas de comerme el mundo, no sé por qué siento una fuerza interior que me hace sentir que puedo con todo, que nada se me pone por delante. Sonreir es mi modo habitual y reirme a carcajadas es cada vez más sencillo, dormirme sin preocupaciones y levantarme con ganas de vivir cada día.
De un salto me levanto de la cama, me tomo un tazón de Chocokrispis recordando viejos tiempos, cuando de peque era mi desayuno diario, recojo todo y pongo en orden algunos mails, recojo papeles y saco los apuntes, y me pongo a estudiar, con ganas, con espíritu y con metas.
Me imprimo supuestos horarios del nuevo curso y me hago una idea, pintan bien, todos los dias entro después de las 9 y media, una gozada no tener que madrugar tantísimo... me ahorro atascos y luego, no encontraré aparcamiento, pero eso da igual.
Muchas veces me he sentido muy pequeña, mucho más de lo que por estatura soy, pero hoy me siento muy grande, como si una fuerza me elevase hacia arriba y fuese imposible de derribar.
Comiéndome el mundo...

Echándole ovarios, echándole webos...

Publicado por Youenna


Venía de vuelta a casa escuchando el tema "Corazón" del último disco de Los de Marras, una canción que he buscado en youtube pero está visto que no está, así que os dejo la letra:

Piedras que caen sobre ti una vez mas
quien será el hijo puta que reparte el mal
a ver cuando se cansa y te deja en paz.

Toda la vida tirando pa lante
echandole agallas, sonrisa, talante
teniendo que ser mas lista que el hambre.

Y ahora te toca una nueva batalla,
pa ti está chupado has luchado en tantas
que no te vea yo tirar la toalla.

El corazón que reparte y reparte
hasta la mejor parte
y no llora aunque todos
le claven puñales
no puede rendirse
es demasiado grande.

Noches en vela mirando al pasado,
buscando respuestas, atando los cabos,
donde está el cabrón que juega con tus dados.

Cuantas castañas has sacado del fuego,
echandole ovarios, echandole huevos,
cuanto te debe este mundo de perros?

Que en vez de aliento te haga una patada,
en toda la boca, en medio del alma
que no te vea yo bajar la guardia.

El corazón que reparte y reparte
hasta la mejor parte
y no llora aunque todos
le claven puñales
no puede rendirse
es demasiado grande.

Canturreando la canción he pensado en lo que tengo, en lo que nunca tendré y en lo que he obtenido de cuando no tenía nada. Puedo decir que desde bien pequeñita todo me ha costado mucho, aprender a leer, aprenderme la tabla de multiplicar, entenderme con mis padres, dejar de pelearme con mis primos, hacer amistades y conservarlas, aprobar los exámenes de patinaje, aprender a saltar vallas en hípica, aprobar ICI, el carnet de conducir, enamorar a Sergio... yo creo que prácticamente nada en mi vida me ha resultado sencillo.
Actualmente me va todo de maravilla, estoy a gusto conmigo misma, con mi físico, con mi personalidad, con mi forma de actuar y de afrontar las cosas, me conozco como nunca y me gusta lo que hay, me gusta ser así, y a quien no le guste, puerta. Mis padres, genial, confían en mí y cuentan conmigo para tomar decisiones, mi hermanita, pues en Camboya, la echo muchísimo de menos pero sé que está pasandolo de maravilla. Vall no deja de aconsejarme siempre con mis movidas con los tios y mi Tate empieza a darme mis primeros consejos en los negocios. Mis 4 fantásticos crecen deprisa y mi gorda me da mas compañía que nunca, la jodía con lo chica que es como se da cuenta de todo y cómo me da cariño cuando me ve de bajona y me salta cuando nota que estoy alegre, es la mejor de la casa.
Mis estudios, avanzan, estoy más confiada en que esto funciona y le veo la punta a todo lo que estudio, con ganas de entrar en el Sugus este año, volver a estudiar Inglés, beberme el libro de php y aprender a tener al día el Ubuntu sin mil cosas que no funcionan.
Las amistades, ahi están, mis niños de la universidad, mis grupos de Sevilla que intento apoyar en todo momento, mi matrimonio feliz de borraxeras (Txema y Juanjo), los discotequeros (Quini, Pozo y Borja), mi teleco preferido (Edu), el más "petao" Adri, que después es mas weno... xD y mi María que siempre me saca de mis pajas mentales para darle un poco de luz a todos mis problemas.
Los chicos, los chicos ahora no me quitan el sueño, ahí están para subirme el ánimo cuando me dicen algun piropo o para mandarlos a la mierda cuando se cuelan de chulos, pero no me agobian en estos momentos.
Pero lo que quiero decir con todo esto es que me alegro mucho de las dificultades que he pasado. He luchado para llegar a tener todo de lo que ahora disfruto, lo he sudado y lo he llorado, y en aquel momento quizás deseaba tenerlo fácil, como la gente que tiene suerte para todo, pero yo no soy de esas, para mi todo es difícil y lo disfruto todo muchísimo. Gracias a las dificultades que he pasado ahora soy consciente de todo lo que tengo y me he hecho a mí misma, fuerte, sincera y honrada, y me gusta ser así, espero ser así siempre.