Cuando más libre me sentía un chaleco de fuerza me aprixiona fuertemente, ¿cómo ser libre sin importarte nadie?, cuando en este mundo sólo estoy yo y el resto me da igual puedo hacer lo que quiera, me da igual lo que pienses de mi, me da igual que mi voz esté rota y que mis canciones sean una tortura para tus oidos, me da igual no llegar a esas metas que el mundo me impone, todo me da francamente igual.
¿Pero qué ocurre cuando alguien no me da igual? Cuando hacerte daño supone derrumbarme, cuando te miro a los ojos y el brillo se hace patente en tu mirada, cuando me clavas esa mirada que me desmonta por dentro sólo me queda irme a casa, cerrar los ojos y ponerme cualquier canción tan fuerte que los decibelios de rock ahogen esa imagen y me hagan olvidarte, porque la violencia que ato en mi interior quiere desatarse para gritar al mundo que no es justo, que quiero ser libre, que quiero que nada me afecte, pero no puedo.
¿Qué ocurre cuando te miro a los ojos y pierdo el control? Cuando me das miedo y sólo quiero asegurarme que no me vas a hacer daño, por qué nadie puede decirme que merece la pena y que esta vez no voy a perder.
Por qué de repente me llamas a las 3 de la mañana y entras en mi vida de nuevo para volver a mandarlo todo a la mierda y a romper mis escasos esquemas, para luego decir que no tengo nada claro y que no está en tus planes, en cambio joderme si está en tus planes, joder, desaparece, déjame en paz, déjame ser libre.
A todo esto hay que añadirle los putos barrotes de mi vida que no me dejan salir, que me tienen ahogada, un mes, sólo un mes para salir al exterior, menos quizás, pero demasiado lejos, lo que ayer parecia tan cerca hoy está tan lejos, y tan sólo quiero huir, de tus miradas, de tus llamadas, de las horas, de las voces que me gritan, de la gente que se calla. Quiero huir de todo y quedarme sola, quiero el silencio en mi cabeza y el ruido en mis oidos, quiero ser libre, quiero encontrar mi libertad.
¿Pero qué ocurre cuando alguien no me da igual? Cuando hacerte daño supone derrumbarme, cuando te miro a los ojos y el brillo se hace patente en tu mirada, cuando me clavas esa mirada que me desmonta por dentro sólo me queda irme a casa, cerrar los ojos y ponerme cualquier canción tan fuerte que los decibelios de rock ahogen esa imagen y me hagan olvidarte, porque la violencia que ato en mi interior quiere desatarse para gritar al mundo que no es justo, que quiero ser libre, que quiero que nada me afecte, pero no puedo.
¿Qué ocurre cuando te miro a los ojos y pierdo el control? Cuando me das miedo y sólo quiero asegurarme que no me vas a hacer daño, por qué nadie puede decirme que merece la pena y que esta vez no voy a perder.
Por qué de repente me llamas a las 3 de la mañana y entras en mi vida de nuevo para volver a mandarlo todo a la mierda y a romper mis escasos esquemas, para luego decir que no tengo nada claro y que no está en tus planes, en cambio joderme si está en tus planes, joder, desaparece, déjame en paz, déjame ser libre.
A todo esto hay que añadirle los putos barrotes de mi vida que no me dejan salir, que me tienen ahogada, un mes, sólo un mes para salir al exterior, menos quizás, pero demasiado lejos, lo que ayer parecia tan cerca hoy está tan lejos, y tan sólo quiero huir, de tus miradas, de tus llamadas, de las horas, de las voces que me gritan, de la gente que se calla. Quiero huir de todo y quedarme sola, quiero el silencio en mi cabeza y el ruido en mis oidos, quiero ser libre, quiero encontrar mi libertad.